Monstera

La monstera, también conocida como costilla de Adán, es una planta de interior popular que requiere cuidados moderados. Para mantenerla saludable en maceta, es crucial proporcionarle luz indirecta brillante, riego moderado evitando el encharcamiento y una humedad ambiental alta. Además, se recomienda usar un sustrato bien drenado y abonarla ocasionalmente. Luz: La monstera prefiere luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar sus hojas. Si la planta no recibe suficiente luz, sus hojas pueden volverse más pequeñas y los peciolos más largos. Riego: El riego debe ser moderado. Es mejor dejar que la capa superior del sustrato se seque entre riegos y luego regar abundantemente, asegurándose de que el agua drene bien y no quede encharcada en el fondo de la maceta. En verano, puedes regar una vez por semana, y en invierno, cada 15 días, pero ajusta la frecuencia según la humedad del sustrato y las condiciones ambientales. Humedad: La monstera aprecia la humedad ambiental. Puedes pulverizar las hojas con agua regularmente, especialmente en climas secos, o colocar la maceta sobre un plato con guijarros y agua (sin que la base de la maceta toque el agua) para aumentar la humedad alrededor de la planta. Sustrato: Utiliza un sustrato bien drenado que permita la circulación del aire y evite el encharcamiento. Una mezcla de tierra para macetas, turba y perlita puede ser una buena opción. Abono: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), puedes abonar la monstera cada dos semanas con un fertilizante líquido diluido.  

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