ara cuidar una orquídea Phalaenopsis, es crucial proporcionarle luz indirecta abundante, riego moderado (cuando el sustrato esté seco), alta humedad ambiental, y fertilización regular durante la temporada de crecimiento. Además, es importante trasplantarla cada 2-3 años y protegerla de temperaturas extremas y corrientes de aire. Luz:
- La Phalaenopsis necesita mucha luz, pero nunca luz solar directa, ya que puede quemar las hojas.
- Una ventana orientada al este o al oeste, con luz filtrada por una cortina, es ideal.
Riego:
- Riega cuando el sustrato esté seco al tacto.
- El riego por inmersión es recomendado, sumergiendo la maceta en agua durante 10-15 minutos, asegurando que el agua no toque el follaje.
- Después del riego, asegúrate de que el exceso de agua drene completamente para evitar la pudrición de las raíces.
Humedad:
- La Phalaenopsis requiere alta humedad ambiental, idealmente entre 60-80%.
- Puedes aumentar la humedad colocando la maceta sobre una bandeja con piedras y agua, o utilizando un humidificador.
- Pulverizar las hojas con agua tibia también puede ayudar, pero evita mojar el centro de la planta.
Sustrato y Trasplante:
- Utiliza un sustrato específico para orquídeas que sea ligero y aireado.
- Trasplanta la orquídea cada 2-3 años o cuando el sustrato se descomponga.
- Elige una maceta con buen drenaje para evitar la acumulación de agua.
Abono:
- Fertiliza cada dos semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante balanceado para orquídeas.
- Reduce la frecuencia de fertilización en invierno.
Temperatura:
- La Phalaenopsis prefiere temperaturas cálidas, entre 23-24°C, pero puede tolerar hasta 30°C si se mantiene la humedad.
- Evita las temperaturas inferiores a 13-14°C, ya que el frío puede dañar la planta.
Floración:
- Para estimular la floración, proporciona una ligera variación de temperatura entre el día y la noche, sin exceder los límites recomendados.
- Una vez que la floración termine, poda la vara floral por encima del segundo nudo para favorecer una nueva floración.